lunes, junio 13, 2005

Un brevísimo comentario...

Creo que debería aclarar que este blog está dedicado a compilar los textos que a través de los años he escrito y han aparecido en periódicos, revistas, libros, programas de mano y otros impresos, algunos más de una vez. No son todos, pero al menos sí están los que considero como los más importantes...

La fecha del último post es del 2003, debido a que no he publicado nada desde entonces, ¿por qué? Bueno, básicamente porque desde 2004 me he dedicado a la nada sana labor de editar libros para tres editoriales propias (vaya pandemonium), con esta labor he sacrificado un poco el delicado esfuerzo que requiere escribir, pero eso no significa que haya dejado de hacerlo. Actualmente continuo escribiendo en mi blog principal, que es Exordium (http://maquinahamlet.blogspot.com). Si bien los textos que están allí son más inmediatos, sin duda reflejan mis intereses y obsesiones de cada día.

Saludos, y gracias por estar aquí...

viernes, diciembre 12, 2003

La Rata, de Andrzej Zaniewski

En un estrato inferior, o quizá superior, la vida se reduce a dos o tres acciones esenciales: comer y huir; o comer, reproducirse y huir; o matar, comer, reproducirse, huir y matar de nuevo. Entre una acción y otra puede haber cambios radicales de escenarios o matices inesperados, la sensación constante de temor les devuelve su distinción esencial, que es la de envolverlo todo en una luz de alerta. Más allá de la semántica, la única realidad ineludible es la del hambre, la mordedura del hambre. En el fondo todo es sobrevivencia, intercambiar acciones por tiempo vital, por espacio o por poder. Es una espiral de vida o de muerte, donde tan sólo de vez en cuando se vislumbra algo más en los pocos instantes de meditación, ubicado fuera de esta espiral. En el otro extremo se ubica la embriaguez, el escape hacia la inconsciencia, la ausencia de alerta, el fin del miedo. Y no sólo la embriaguez del alcohol u otros estimulantes (es decir la embriaguez química), sino también la del sólo triunfo por encima del resto de los seres, que apenas y es ligeramente más controlable que la locura.

Es muy difícil estar conscientes todo el tiempo del costo biológico de nuestra vida cotidiana, de nuestra cultura. El inmenso paso que representa ubicarnos sin dificultad fuera de la espiral; poder pensar en cualquier momento, simplemente pensar, sin tener encima la inminencia del ataque de un depredador, sin tener que ver la muerte a la cara a cada instante. “Pensar es uno de los mayores placeres de la humanidad”, hace decir Bertolt Brecht a Copérnico, poco antes de que le presenten los instrumentos de tortura. El conocimiento acumulado ha tenido un costo en sangre que sería incalculable, ¿cuántas muertes para que fueran disponibles los Dialogos de Platón? ¿Cuántas guerras para la música de cámara? El simple derecho a la información ha costado miles de vidas y es tan frágil, no se puede sostener por sí mismo. Apenas y a alguien le importa.

Por ello, libros como La Rata lucen como recordatorios urgentes de las estructuras inherentes que realmente sostienen la vida. Nunca publicada en su idioma original, el polaco, sino en checo en 1990, actualmente es una obra traducida al menos a quince idiomas. El texto, escrito en primera persona, describe la intensa y violenta vida de una rata común, desde su nacimiento hasta su muerte, como las hay por millones alrededor del mundo. Su mayor aportación es su aproximación total y sincera a la vida animal, donde no existe ningún tipo de elección moral: la rata vive en un presente eterno, donde lo único que importa es el segundo siguiente, todo termina reduciéndose a dientes y carne. El erotismo, la política o la vulgaridad lucen no sólo superfluas, sino insostenibles. Toda su existencia está marcada por un frenesí febril contagioso, para la rata la inteligencia es un arma mortal, que sirve para contender con el enemigo, vencer, engañar, devorar. Y aún así, hay espacio para el éxtasis, incluso para el placer y el ocio, en donde tiene un papel destacado el placer musical, al que le dedica un pasaje entero, pareciera demostrar asi que éste es quizá el más elevado de los placeres.

En la tragedia que compone Andrzej Zaniewski, la realidad y el mito son experimentados simultáneamente y configuran una misma experiencia incompartible…

La rata, de Andrzej Zaniewski, publicada en 1994 por Alianza Editorial, con el número 26 de la colección Alianza Cuatro.

martes, diciembre 09, 2003

Sobre La Noche Mexicana, de Lawrence Ferlinghetti

1.

La primera vez que vi el libro fue en La Mutualista, una cantina en Guadalajara, bajo una luz tenue y en medio de una oscuridad nocturna ya profunda. Fue desgarrado ante mí el envoltorio de un paquete y fue sustraído (con el pegamento de las cubiertas aún fresco) un ejemplar reluciente. Después emergió otro y otro y muchos más, en el lapso entre el que aferré al primer ejemplar de mis manos y en el que después de hojearlo finalmente lo abandoné a su suerte, cerca de veinticinco libros más fueron acomodados y ofrecidos a la venta. En ese instante inició el antiguo rito vestal del comercio. Ofrecer la pieza al postor más próximo, comentar virtudes y disimular, incluso negar categóricamente, los defectos más evidentes. Lo más doloroso resultó observar a otros juzgarlo, sostener la pieza y rechazarlo sin otra razón más que la apatía o la necesidad de materiales más dóciles a una interpretación ligera y, en términos modernos, “más divertida”. Ni siquiera estoy sojuzgando, es sencillamente el feliz destino de todos los libros: una prostitución impostergable y fundamental.


2.

Un libro nos sobrevive, es muy posible que ejemplares de este libro aún existan cuando Ferlinghetti repentinamente ya no esté con nosotros. O quizás, al ser escrito en los lejanos sesentas, seguramente apenas y tiene que ver con el autor que en este momento es nuestro contemporáneo. El libro de un extraño, el libro del otro. Con la traducción sucede exactamente lo mismo, pero la degradación es casi instantánea. Ser el traductor de algo ya es en sí alienante, pero encima confrontar las frases traducidas representa una violencia demasiado incontenible para ser tolerable. Al leerlo no puedo sustraerme lo suficiente como para pasar por encima de los errores que emergen en oleadas de las páginas. Nadie más parece notarlos, pero están ahí, como los nódulos de un cáncer sin manifestar, y no sólo son errores tipográficos, sino defectos en el ritmo, tumores inflamados de preposiciones y conjunciones inútiles, palabras usadas y repetidas indiscriminadamente, traducciones literales. Enumero todas las libertades que me tomé y, sin remordimiento alguno, celebro su impostura, pasaran años hasta que alguien las descubra todas, si es que alguna vez tal cosa sucede, son las cicatrices ocultas que una meretriz arrogante maquilla sin remordimientos, vestigios de una cirugía plástica malograda. Y aun así, en medio de este vórtice de carne depravada, emerge súbitamente una frase, un párrafo, una página entera que resulta satisfactoria. La vida es válida por estos instantes, el impulso de su relectura no se puede resistir. Así es como surge y se admite un poco de vanidad, sin las ilusiones y espejismos que generalmente solicita en su ayuda.


3.

Ha pasado una semana exactamente desde el primer encuentro, enumero todo ha sucedido en estos últimos siete días... he perdido todo lo que conocía y todo lo que me pertenecía, tal y como a final de cuentas sucede a cada instante. Pero ahora la sensación es permanente, es una soledad irreparable y desmedida. Quisiera que esto fuera una exageración, al menos una exageración consciente, pero la certeza de que no es así se desborda. Aquel que vio por primera vez el libro y aquel que escribe esto pertenecen a dos especies distintas, seguramente se debía a cosas semejantes la creencia de que los muertos anhelaban el olvido. Recordaré cada instante sin nostalgia ni anhelo alguno, recordaré el viaje que lo hizo posible y a aquellos que me acompañaron, dejaré entrever apenas quiénes fueron y qué hicieron en realidad, inclusive a ellos mismos. La muerte del instante no es sino nuestra propia muerte, irreconocible y fortuita, pero definitivamente nuestra.

Y esto, esto es lo me une hasta el final con La Noche Mexicana

domingo, octubre 05, 2003

Heiner Müller (1929-1995)

1

Me gusta estar con una pierna a cada lado del muro. Acaso sea una posición esquizofrénica, pero ninguna otra me parece lo suficientemente real HM.

Sucedió hace casi cinco años. Recuerdo haber llegado diez minutos antes de la representación, apenas y había una decena de personas fuera del teatro, ni siquiera se había formado una fila para entrar. Dentro se oía vagamente ensayar a los actores, me aproximé a la puerta para escuchar pues no conocía una sola palabra del texto, que hasta ese momento era lo único que me interesaba. En medio de los murmullos escuché un solo grito, que se repitió dos o tres veces más.

El ensayo de un grito... emulado de tres formas distintas para encontrar la expresión más contundente, nadie afuera pareció darse cuenta. Ese grito fue la primera encarnación del trabajo de Müller con la que tuve contacto. Es decir, ni siquiera una palabra o una frase, tan sólo un grito descarnado, que parecía sintetizar la intensidad concreta que tal vez yo esperaba con la ingenuidad expectante del primer encuentro. Unos minutos después entramos, en el escenario tan sólo aparecía una escalera de tijera. Empecé a tener un vago temor a que la obra fuera producto de un grupo demasiado inmaduro aún, tal vez hasta había sido escogida al azar, un mero ejercicio escolar. Entonces comenzó la obra, su profunda sencillez desarmó cualquier prejuicio: sobre el escenario únicamente un actor, una actriz y la escalera desarrollaban todo el trabajo. La actriz representaba a Hamlet, el actor era silente, casi un mimo, la escalera era usada como un medio polimorfo que se adaptaba a cada necesidad escénica. Conforme el trabajo fue desarrollándose, la obra se constituyó por sí misma con su propia lógica orgánica, sustrayéndose del resto del espacio, sobresaturándolo con la atmósfera opresiva propia de una pesadilla. Treinta minutos después el actor rompió su largo silencio con un grito, el grito que escuché ensayar.

En algún momento la actriz dejó de actuar, ya no fue Hamlet pero tampoco fue ella misma, sino algo intermedio, porque en ese instante capital que no podría describir satisfactoriamente de ninguna forma, ella se transformó en nosotros. Era la encarnación del horror fundamental, el último horror humano, el horror cotidiano, el horror sin fantasía, sin escape, tan sólo esa voz, nuestra voz, la marca interior que desgarra la cobardía, que sabe lo banal y fútil de nuestras intenciones, de nuestros placeres. El anhelo de no sentir, no pensar. El conflicto irreductible.

Después del horror, tan sólo queda el grito desnudo, que lo significa todo pues no significa nada. Salí de la representación aún con resonancias dispersas de las frases que constituyen la obra, recuerdo haber recorrido el perímetro de un espacio dedicado a una cantante juvenil olvidada y a sus seguidores que la ovacionaban sin que ella estuviera presente. No pude dejar de sentir que esa era una ficción espectral y que lo que dejaba detrás en el escenario era la realidad. La creación teatral es un milagro aterrador, después del asombro subyace el miedo, ya no es posible separar al acto de su serena complejidad. El flujo aún perdura.



2

Mi interés principal cuando escribo teatro es destruir cosas. Durante treinta años me obsesionó Hamlet, de modo que escribí un breve texto, Hamletmaschine, con el que intenté destruirla… Creo que mi impulso más fuerte consiste en reducir las cosas a su esqueleto, arrancándoles la carne y la superficie. Entender sin destruir es no entender en absoluto. HM

MÁQUINA HAMLET (Hamletmaschine), terminada en 1977 y publicada por primera vez en la revista Theater Heute, No. 12, en 1977. El estreno mundial fue dirigido por Jean Jourdheuil y se representó el 30 de enero de 1979, al mismo tiempo que se realizaba una producción de MAUSER, otra obra de Müller, en el teatro Gérard Philipe en Saint Denis, muy cerca de París, aunque ya se había dado una tentativa de representación más temprana en Colonia, Alemania, en 1978, intento documentado en el libro Mullers Endspiel de Theo Girshausen. La primera aproximación de Müller al Hamlet original de Shakespeare sucedió en 1946, con ayuda de un diccionario. Las primeras escenas que fueron incluidas en MÁQUINA HAMLET datan de los años cincuentas, fueron escritas apresuradamente mientras aún tenía frescas las imágenes de una traducción suya del texto de Shakespeare para una producción de Berlín del Este. La obra que había concebido originalmente constaba de aproximadamente doscientas páginas, pero fueron comprimidas a este texto de apenas ocho. La cabeza reducida de la tragedia de Hamlet, como le gustaba decir a Müller, una adaptación de la tragedia que tuviera como escenario algún país comunista poco después de la muerte de Stalin, la historia del hijo de un alto funcionario del partido cuyo padre hubiera muerto en circunstancias extrañas, para después ser despedido con un ostentoso funeral oficial, Hamlet durante la Hungría de 1956. Está obra concluye con un ciclo, pues es la última de sus obras que trata directamente la relación del desarrollo del comunismo en el siglo veinte. Con toda seguridad éste es su texto más complejo, el más difícil de decodificar. El sólo título fue resultado de un accidente.


Trabajando en un proyecto que pretendía reunir todos los textos que había escrito sobre Shakespeare, nos devanábamos los sesos buscando un título y surgió el de "Factoría Shakespeare”, que me gustó desde un principio. Así que tenía esta obra sin título aún, pero que quería fuera ilustrada con una imagen de Duchamp, así el título "Maquina Hamlet" se sucedió automáticamente. Otros la interpretaron como HamletMaschine igual a H. M. igual a Heiner Müller. Nunca lo desmentí, sino que diseminé cuidadosamente esta interpretación. HM


Mientras fue escrita, Müller vio que no existía ninguna sustancia histórica para generar diálogos realistas, así que los diálogos entre Ofelia y Hamlet se separaron cada vez más hasta transformarse en monólogos, el texto degeneró en una feroz crítica al papel del flujo del pensamiento, su impenetrabilidad y maleabilidad, que finalmente reduce al individuo a una cómoda inmovilidad, al anhelo de la inconsiencia productiva de toda máquina, “la descripción de una esperanza fosilizada, un esfuerzo por articular una desesperación por la que se pueda sentir nostalgia, desde un punto terminal sin retorno”. En los últimos años de su vida, Müller consideraba que el personaje de Ofelia debió tener la misma importancia que el de Hamlet, incluso ser el personaje principal, pues Ofelia es una crítica directa al personaje de Hamlet, e implica indirectamente una crítica al propio Müller. Ofelia es quien contiene los elementos autobiográficos más relevantes, ya que describe las condiciones del suicidio de Inge Müller el primero de junio de 1966 (“Cuando llegue a casa ella ya estaba muerta”), después de numerosos intentos de matarse.


AYER EN UNA TARDE SOLEADA
Mientras cruzaba por la ciudad muerta de Berlín
Recién llegado de un país extranjero cualquiera
Sentí por primera vez esa necesidad
De desenterrar del cementerio a mi mujer
Con la pala arrojar dos cuajos de tierra
Ver qué queda de ella
Los huesos que nunca he visto
Sostener su calavera entre mis manos
Imaginar cuál era su rostro
Detrás de las máscaras con las que cruzó
la ciudad muerta de Berlín y otras ciudades
Cuando todavía vestía su carne.

No cedí a esa necesidad
Por miedo a la policía y al aplauso de mis amigos.

HM


3.

La tumba de Heiner Müller se encuentra en el Cementerio Municipal Dorothee de Berlín, en la pequeña calzada de los abedules, junto a Bertolt Brecht y Helene Weigel. En los homenajes oficiales que se le rinden en Alemania, se hace énfasis una y otra vez que no se trata de un autor más de la extinta RDA, sino del primer autor de la Alemania unida, a pesar de todos los años de constante oposición y crítica ideológica a su trabajo (o tal vez debido a ello). Müller falleció la noche del 30 de diciembre de 1995, después de una larga y agotadora lucha contra el cáncer pulmonar. Sesenta y siete años antes, había nacido en Eppendorf, Sajonia, el 9 de enero de 1929.

Una noche de 1933 su padre, funcionario el Partido Socialdemócrata, fue arrestado en su domicilio. Antes de irse trató de despedirse de Heiner, pero éste no soportando la escena, fingió dormir. Esta es una de las anécdotas más relatadas y manipuladas cuando se habla de la infancia de Müller, pero está descrita con plena frialdad en su relato EL PADRE, de 1958.

Enero 31, 1933, 4 a.m., mi padre, un funcionario del Partido Social Demócrata, es arrestado sorpresivamente. Yo desperté, afuera el cielo más allá de la ventana aún está oscuro, el ruido de voces y pasos. En el cuarto de a lado eran arrojados libros al suelo. Escuché la voz de mi padre, más alta que la voz de los extraños. Me levanté de mi cama y fui hacia la puerta. Temblaba, me cubría con la manta hasta la barbilla, cuando la puerta de mi cuarto se abrió, ya me había metido de nuevo en mi cama. Mi padre estaba de pie frente a la puerta, detrás un grupo de extraños en uniforme… escuché cómo me llamaba sin alzar mucho la voz. Yo no respondí, sino que me quedé muy quieto. Entonces mi padre dijo: está dormido. La puerta se cerró, después sólo escuché cómo lo llevaban lejos de la casa.

Müller lo llama “la primera experiencia de traición”.

Un año después del arresto, mi madre recibió permiso para visitarlo en el campo… estuvimos de pie esperando a mi padre ante una enorme puerta cruzada con alambre de púas… la puerta no se abrió. No pudimos ni siquiera darnos la mano porque el alambre estaba entretejido estrechamente. Tuve que acercarme mucho para verle el rostro, estaba muy pálido. No puedo recordar de qué hablamos. Detrás de mi padre, la guardia armada esperaba, su rostro lucíá un rosa saludable. No podía entender por qué mi padre simplemente no saltaba sobre la cerca.

Después siguió una “segunda experiencia de traición”: Algunos años después, cuando su padre ya había sido liberado, pero no conseguía trabajo en ninguna parte, se le encomendó al Müller preadolescente una tarea escolar, en la que debía escribir un ensayo sobre la Autobahn, el complejo sistema de carreteras construido por el régimen nazi. Su padre primero se mostró distante, pero después le dijo que en su ensayo alabará a Hitler por construirla y que escribiera por lo menos un enunciado en el que mencionara la esperanza de que su padre trabajará en su ampliación. Este evento a la larga hizo que, para Müller, su padre se transformara en un extraño.


Un padre muerto acaso hubiera sido
Mejor padre. Lo mejor de todo
Un padre nacido muerto
Siempre vuelve a brotar hierba sobre la frontera
Hay que arrancar la hierba
Que crece sobre la frontera una y otra vez.

HM


En 1945 termina el bachillerato y trabaja como empleado administrativo en la Landratsamt de Waren, Mecklemburgo, mientras colabora en la “desnazificación” de las bibliotecas públicas (“robé como un cuervo”), haciéndose de una biblioteca personal que incluía una gama de autores que van de Séneca a Ernst Jünger (lo marcó especialmente la lectura de la novela Sobre los acantilados de mármol), lo cual define su vocación de escritor. Comienza a escribir en los años cincuenta, sus primeros esbozos como dramaturgo suceden bajo la sombra y en cierto modo la tutela de Bertolt Brecht. Entre 1958 y 1959 es colaborador del teatro Maxim Gorki en Berlín. En 1961 es expulsado de la Asociación de Escritores después de que fue retirada del escenario su comedia DIE BAUREN (Los Campesinos). Poco después se le pidió una retractación pública por escrito, a lo que Müller accedió sin mayores miramientos (“Mis deseos de escribir están por encima de mi moral”), pero aún así los años sesenta fueron un periodo de intensos problemas económicos y graves crisis, que culminan en el suicidio de su segunda esposa, pero aún así su producción literaria y teatral fue muy vasta. En la década de los setentas labora como dramaturgo en el Berliner Ensemble. Entre 1975 y 1978 realiza un largo viaje a Norteamérica, visita EU y México, mientras que sus obras comienzan a representarse en casi todo el mundo (en especial en los países capitalistas). Desde entonces se le reconoce como uno de los máximos creadores del teatro mundial, con más de veinticinco obras que no han dejado de representarse alrededor del mundo desde su estreno.



4.

Se han escrito y publicado muchas mentiras sobre Müller, en este país y en el suyo. Se le ha tachado de colaboracionista y espía de la STASI (para 1992 ya se había demostrado hasta la saciedad la realidad detrás de esta acusación, que estaba muy lejos de cualquier comparación romántica con L. F. Celine); se le han adjudicado influencias falsas, se ha impuesto a su obra puntos de vista personales que no se admiten como tales, sino como parte de la obra original, se le ha traducido erróneamente (fisiología no es psicología), y se le ha adaptado de una forma que sólo podría clasificarse como una traición. Han sido contadas las ocasiones en que se ha dejado a la obra como tal, sin miramientos ni censuras. Son dos perspectivas irreconciliables. En el momento histórico de Müller el teatro no podía representar directamente la realidad cotidiana sin sonar inmediatamente falso: “no se podía ni decir guten tag en el escenario sin que se viera forzado”, el teatro era la revolución en marcha, un laboratorio para trabajar con las imágenes predominantes en el inconsciente colectivo. Un periodo tan intensamente político genera cambios que no pueden comprenderse directamente, sino a través de sus metáforas; en ese sentido el poder de las imágenes en el teatro de Müller es fundamental, es como asistir a un vacío atemporal desde donde es visible la totalidad del conflicto, ajeno a toda ideología e interpretación. Si sobre el escenario no se trasciende al naturalismo entonces no será posible llegar a un nivel superior de abstracción y síntesis.

Mientras escribo esto, en la mesa junto a la mía hay dos actrices de televisión intercambiando información sobre su estatus en la empresa para la que trabajan, sobre las ventajas y desventajas de cada punto en sus contratos. Sus cuerpos están visiblemente reconstruidos a través de la cirugía estética. Después de hablar de negocios, no saben qué decir, no hay nada más que decir que les suene importante, esa es su vida. Se miran a sí mismas en una revista cuyo tema es la vulgaridad, apenas y se reconocen pasivamente, la tranquilidad del herbívoro. Frente a mí llega un hombre cansado, limpia algunos zapatos con un trapo, se sienta por unos minutos, pide un café, abre el periódico. En la portada del periódico está reproducida la foto en color de un cadáver: una mujer destrozada por una bomba en una cafetería universitaria, en realidad parecería que ni siquiera es un cadáver, es apenas una cabeza, hombros y brazos que fragilmente mantienen su unidad con unos pocos ligamentos, un soldado la carga con cierta indiferencia. Miro la imagen fijamente, no puedo dejar de atisbar una marioneta ardiente.

“Todo lo que sucede alrededor del texto pertenece al texto”. ¿Cuánto horror es demasiado horror? ¿Cuánto mal representa al mal definitivo? Tarde o temprano los extremos se rozan entre sí. En el mismo instante convive la rebelión y su sumisión, la locura y su éxtasis. Entonces todo esta escena luce aparente, imposible. La muerte del espectáculo.

En Müller el horror no es esperanza sino contemplación, no hay nada que entender, nada que expresar, sus constantes paradojas son sólo una feroz continuidad que existen para el mismo instante…

Máquina Hamlet, de Heiner Müller, 1977

(Traducción © Sergio Santiago Madariaga)

I
ÁLBUM FAMILIAR

Yo fui Hamlet. De pie ante la costa conversaba con el oleaje, BLABLA, detrás de mí yacían las ruinas de Europa. Las campanas anunciaron el funeral estatal, asesino y viuda una pareja. Los cortesanos en paso de ganso tras el ataúd de la importantísima carroña, llorando su ira mal pagada ¿QUIÉN ES EL CADÁVER EN LA CARROZA? / ¿POR QUIÉN TANTA AFLICCIÓN Y TANTO LLANTO? / ES EL CADÁVER DE ALGUIEN MUY GRANDE / UN HOMBRE GENEROSO EN LIMOSNAS el pueblo fielmente alineado, obra del arte político AQUÍ YACE UN HOMBRE QUE SE LLEVÓ TODO DE TODOS. Detuve la procesión funeral, clavé mi espada en el ataúd, la cuchilla se fracturó pero bastó con la punta rota para abrirlo, entonces repartí el cuerpo de mi procreador A LA CARNE LE GUSTA LA COMPAÑÍA DE MÁS CARNE entre los miserables alrededor de mí. El luto se transformó en regocijo, el regocijo en chasquidos voraces, sobre el féretro vacío el asesino violó a la viuda DÉJAME AYUDARTE TÍO, ABRE MÁS LAS PIERNAS MAMÁ. Mientras caía, escuche el sonido del mundo rotando a ritmo de su propia putrefacción.

I'M GOOD HAMLET GI'ME A CAUSE FOR GRIEF
AH THE WHOLE GLOBE FOR A REAL SORROW
RICHARD THE THIRD I THE PRINCE-KILLING KING
OH MY PEOPLE WHAT HAVE I DONE UNTO THEE
ARRASTRO EL SOBREPESO DE MI CEREBRO COMO UN JOROBADO
PAYASO NÚMERO DOS EN LA PRIMAVERA COMUNISTA
SOMETHING IS ROTTEN IN THIS AGE OF HOPE
LET'S DELVE IN EARTH AND BLOW HER AT THE MOON

Aquí llega el fantasma que me fabricó, aún trae el hacha enterrada en el cráneo. Déjate el sombrero, ya sé que te sobran agujeros. Cómo hubiera deseado que mi madre tuviese uno de menos, cuando todavía residías en un cuerpo: Me habría evitado a mí mismo. Las mujeres deberían ser zurcidas, un mundo sin madres. Podríamos destrozarnos los unos a los otros en paz y en silencio, y con cierta confianza, cuando la vida se hiciera demasiado larga o la garganta demasiado estrecha para nuestros gritos. ¿Qué quieres de mí? ¿No te basta con un funeral oficial? Parásito. ¿Acaso no hay también sangre en tus zapatos? ¿Qué me importa tu cadáver? Alégrate, el asa aún está afuera, quizá te llevarán al Paraíso. ¿Qué estás esperando? Los gallos han sido degollados, ya no se levantará la mañana, el amanecer ha sido cancelado.
ACASO DEBO
COMO LA COSTUMBRE DICTA ENCAJAR UN PEDAZO DE HIERRO EN
LA CARNE MÁS PRÓXIMA O MEJOR EN LA SIGUIENTE
AFERRARME A ELLO PORQUE ES ASÍ DESDE QUE EL MUNDO ES MUNDO
SEÑOR HAS QUE ME ROMPA EL CUELLO CUANDO RESBALE
DEL ASIENTO DE LA TABERNA

Entra Horacio. Confidente de mis ensangrentados pensamientos desde que al día lo cubre el vacío del cielo. AMIGO MÍO LLEGARÁS DEMASIADO TARDE POR EL CHEQUE DE TU PAGA / NO HAY UN PAPEL PARA TI EN MI TRAGEDIA. Horacio, ¿me conoces? ¿Eres mi amigo, Horacio? Y si me conoces, ¿cómo puedes ser mi amigo? ¿Te gustaría interpretar a Polonio, el que se quiere acostar con su hija, la deliciosa Ofelia?, y aquí llega ella, justo en su señal, mira cómo menea el culo, todo un personaje trágico. HoracioPolonio. Sabía que eras un actor. Yo también lo soy, interpreto a Hamlet. Dinamarca es una prisión, entre nosotros crece un muro. Mira lo que crece del muro. Exit Polonio. Mi madre la prometida. Sus pechos un lecho de rosas, su útero una fosa de serpientes. ¿Se te olvidaron tus líneas mamá? Te doy letra. LÁVA EL CRIMEN DE TU CARA, MI PRÍNCIPE / Y OFRECE A LA NUEVA DINAMARCA UNA MIRADA DE SATISFACCIÓN. Yo haré que seas virgen una vez más, madre, así tu rey tendrá su boda de sangre. EL ÚTERO MATERNAL NO ES VÍA DE UN SOLO SENTIDO. Ahora ato tus manos a la espalda con el velo nupcial porque me repugna tu abrazo. Ahora te arranco el vestido de novia. Ahora unto los harapos de tu vestido de novia con el fango en que se convirtió mi padre. Y con los harapos mancho tu rostro tu vientre tus senos. Madre, ahora te penetro, ultrajando las huellas invisibles de mi padre. Sofoco tu grito con mis labios. ¿Por fin reconoces al fruto de tu vientre? Ahora vete a tu boda, puta, bajo el inmenso sol danés que brilla igual para los vivos y los muertos. Deseo enterrar el cadáver en la letrina para que el palacio se ahogue en mierda real. Déjame devorar tu corazón, Ofelia, tú que lloras mis lágrimas.


2
LA EUROPA DE LA MUJER

Una cuarto enorme. Ofelia. Su corazón es un reloj.
OFELIA (CORO / HAMLET)
Yo soy Ofelia. Aquella que el río no contuvo. La mujer colgando de la soga. La mujer con las arterias abiertas. La mujer de la sobredosis. La mujer con la cabeza en el horno. NIEVE SOBRE SUS LABIOS. Ayer por fin dejé de suicidarme. Ahora estoy sola con mis pechos mis muslos mi útero. Destrozo el instrumental de mi cautiverio, la silla la mesa la cama. Destruyo el campo de guerra que era mi hogar. Arranco las puertas para que el viento deje entrar al grito del mundo. Destrozo la ventana. Con mis manos sangrantes rompo las fotografías de los hombres que amé y me usaron sobre la cama la mesa la silla el piso. Incendio mi prisión. Tiro mis vestidos al fuego. Arrojo al reloj que fue mi corazón fuera de mi pecho. Salgo a la calle, vestida con mi propia sangre.


3
SCHERZO

Universidad de los muertos. Murmullos y susurros. Desde sus lápidas (púlpitos) los filósofos muertos arrojan sus libros a Hamlet. Galería (ballet) de mujeres muertas. Mujer colgando de una soga. Mujer con las arterias abiertas, etc… Hamlet las observa con la actitud del visitante de un museo (teatro). Las muertas le arrancan la ropa. Fuera de un féretro erguido, etiquetado como HAMLET I, aparecen Claudio y Ofelia, vestida y maquillada de prostituta. Striptease de Ofelia.
OFELIA: ¿Quieres devorar mi corazón, Hamlet? (Ríe.)
HAMLET: (Las manos delante de la cara) Quisiera ser una mujer.
Hamlet se viste con la ropa de Ofelia. Ofelia le pinta una mascara de puta, Claudio, ahora padre de Hamlet, se ríe sin sonido. Ofelia le sopla un beso con la mano a Hamlet y retrocede con Claudio/PadreDeHamlet hacia el féretro. Hamlet posa de puta. Un ángel, con el rostro detrás de la cabeza: Horacio. Baila con Hamlet.
VOZ (VOCES) desde el féretro: Amarás lo que ha muerto por ti.
La danza aumenta en velocidad y delirio. Risas desde dentro del féretro. En un columpio, la madonna con cáncer de seno. Horacio abre una sombrilla, abraza a Hamlet. Se congelan bajo la sombrilla, abrazados. El cáncer de seno brilla como el sol.


4
PESTE EN BUDA BATALLA POR GROENLANDIA

Espacio 2, el destruido por Ofelia. Una armadura vacía, un hacha clavada en el casco.
HAMLET
La estufa humea bajo el aburrimiento de octubre.
A BAD COLD HE HAD OF IT JUST THE WORST TIME
JUST THE WORST TIME OF THE YEAR FOR A REVOLUTION
El cemento florece a través de los suburbios.
El Dr. Zhivago llora
por sus lobos.
A VECES EN INVIERNO BAJABAN AL PUEBLO
Y DESCUARTIZABAN ALGÚN CAMPESINO
Se quita el traje y la máscara.
ACTORHAMLET
Yo no soy Hamlet. No represento a nadie. Mis palabras no dicen nada. Mis pensamientos lamen la sangre de las imágenes. Mi obra ya no se representa. El escenario detrás de mí fue construido por gente a quien no le importa mi drama, para gente a quien no le interesa. A mí tampoco me importa. No voy a actuar ya. Sin que el actor lo perciba, los utileros traen un refrigerador y tres televisores. Zumbido del refrigerador. Tres canales sin sonido. El escenario es un monumento. Representa a un hombre que hizo historia, amplificado cien veces. La petrificación de una esperanza, su nombre es intercambiable. La esperanza no se cumplió. El monumento está tirado en el piso, demolido por quienes lo sucedieron en el poder, tres años después del funeral oficial del líder más odiado y amado. La piedra está invadida. La población más pobre de la capital reside en las amplias aberturas de la nariz y los canales auditivos, en los pliegues de la piel y del uniforme. Después de un lapso de tiempo adecuado, la insurrección germina del monumento derribado. Mi drama, si aún pudiera representarse, se actuaría en tiempos de insurrección. La insurrección inicia con un paseo. Contra las leyes del tránsito, en horas de oficina. Los transeúntes se adueñan de la calle. Aquí y allá, vuelcan algún auto. Pesadilla del lanzador de cuchillos: lentamente se desplazan por una calle en un solo sentido hasta llegar de forma irrevocable a un estacionamiento cercado por ciudadanos armados. Los policías son barridos hacia los costados si interfieren el paso. Cuando la procesión se aproxima al sector gubernamental, es detenida por una línea policíaca. La gente forma grupos de los que emergen oradores. En el balcón de un edificio del gobierno, un hombre mal enfundado en un esmoking aparece y también comienza a hablar. Cuando lo alcanza la primera piedra, se refugia detrás de la puerta doble de cristal blindado. El reclamo por mayor libertad se transforma en un grito a favor del derrocamiento del gobierno. La gente empieza a desarmar a la policía, se asaltan dos, tres edificios, una prisión, una jefatura, una oficina de la policía secreta, se cuelga de cabeza a una docena de serviles de la clase dominante, el gobierno recurre al ejército, a los tanques. Mi lugar, si mi drama todavía se estuviera representando, estaría a ambos lados del frente, en medio de las líneas frontales, por encima de ellas. De pie, en medio de la fetidez de la masa, le tiro piedras a la policía soldados tanques cristal blindado. Miro a través del vidrio a la masa que se agolpa y aspiro el sudor de mi miedo. Ahogado por la nausea, agito mi puño contra mí, detrás del vidrio blindado. Entre el miedo y el desprecio, me veo en medio de la agolpada muchedumbre, con espuma en la boca, agitando el puño en mi contra. Cuelgo de cabeza a mi propia carne uniformada. Soy el soldado en el nido de la metralleta, mi cabeza debajo del casco está vacía, no escucho el grito sofocado bajo las orugas del tanque. Yo soy la máquina de escribir. Cuando los cabecillas son ahorcados les cierro el nudo, pateo el taburete de sus pies, me quiebro el cuello. Yo soy mi propio prisionero. Voluntariamente alimento con mis datos a las computadoras. Mi papel es el de la saliva y el escupitajo el cuchillo y la herida el colmillo y la garganta el cuello y la soga. Yo soy la base de datos. Sangro en medio de la multitud, recobro el aliento detrás de la puerta. Segrego una flema de palabras desde mi burbuja impermeable al sonido, por encima de la batalla. Así fue como mi drama no sucedió. El guión se perdió. Los actores colgaron sus rostros en el gancho del vestidor. El apuntador se pudre en su nicho. Sobre las butacas los espectadores inertes yacen disecados. Así que me voy a casa, a matar el tiempo, unido / a mi Yo no dividido.

El asco diario Asco
A la verborrea prefabricada del entusiasmo sin credo
¿Cómo deletreas COMFORT?
Danos Señor el homicidio nuestro de cada día
Porque tuya es la nada Asco
De las mentiras que deben ser creídas
Por los mentirosos y por nadie más Asco
De las mentiras que son asimiladas Asco
Del hocico de los manipuladores marcados
Por la lucha en pos de puestos votos cuentas bancarias
Asco La publicidad cruza en carro alegórico blandiendo su guadaña
Atravieso las calles tiendas rostros
Con la cicatriz de la lucha por el consumo Pobreza
Sin dignidad Pobreza sin la dignidad
Del cuchillo la nudillera el puño armado
El cuerpo humillado de las mujeres
Esperanza de generaciones
Ahogada en sangre cobardía estupidez
Risas desde un vientre muerto
Hail Coca Cola
Mi reino
Por un asesino

YO FUI MACBETH EL REY ME HABÍA OFRECIDO A SU TERCER CONCUBINA
CONOCÍA CADA UNO DE LOS LUNARES EN SUS CADERAS RASKOLNIKOV SE ACERCA AL CORAZÓN BAJO
EL ÚNICO ABRIGO / EL HACHA / PARA EL ÚNICO CRÁNEO / DE LA USURERA.

En la soledad de los aeropuertos
Recobro el aliento Soy
Un privilegiado Mi asco
Es un privilegio
Protegido con tortura
Alambre de púas Prisión.

Fotografía del autor
Ya no quiero comer beber respirar amar a una mujer a un hombre a un niño a un animal. Ya no quiero morir. Ya no quiero matar.
Rompe la fotografía del autor.

Desgarro mi carne sellada. Quiero reposar en mis venas, en la médula de mis huesos, en el laberinto de mi cráneo. Me retraigo hacia mis entrañas. Me abrigo en mis excrementos, en mi sangre. En alguna parte están descuartizando cuerpos para que yo pueda sentarme sobre esta mierda. En alguna parte están descuartizando cuerpos para que pueda estar por fin solo con mi sangre. Mis pensamientos son suturas. Mi cerebro es una cicatriz. Quiero ser una máquina. Los brazos aferran las piernas desplazan, ningún dolor ningún pensamiento.

Las pantallas de TV se apagan. Fluye sangre del refrigerador. Tres mujeres desnudas: Marx, Lenin, Mao. Dicen simultáneamente el siguiente texto, cada uno en su idioma:
¡¡¡NUESTRA PRIORIDAD ES DERROCAR TODAS LAS CONDICIONES EXISTENTES…!!! El actor que interpreta a Hamlet se maquilla y se coloca su vestuario.

HAMLET EL DANÉS PRÍNCIPE Y PASTO DE GUSANOS
TROPEZANDO DE FOSA EN FOSA HACIA LA FOSA FINAL
INDIFERENTE A SUS ESPALDAS EL FANTASMA QUE ALGUNA VEZ
LO ENGENDRÓ SUCIO COMO LA CARNE DE OFELIA EN EL LECHO DEL PARTO
Y ANTES DE QUE EL GALLO CANTE POR TERCERA VEZ
EL BUFÓN LE ARRANCARÁ SU GORRA DE CASCABELES AL FILÓSOFO
UN MASTÍN CORPULENTO SE ARRASTRA DENTRO DE LA ARMADURA
Entra en la armadura, hiende el hacha en los cráneos de Marx Lenin Mao. Nieve. Edad de hielo.


5
FEROZ ESPERA / EN LA TERRIBLE ARMADURA / MILENIOS

Las profundidades del océano. Ofelia en silla de ruedas. Peces, escombros, cadáveres, restos.
OFELIA
Mientras habla, dos hombres de delantal blanco la envuelven con vendas de gasa junto con la silla de ruedas, de abajo hacia arriba.
Desde aquí Electra. Desde el corazón de las tinieblas. Bajo el sol de la tortura. A las capitales del mundo. En nombre de las víctimas. Expulso todo semen que he recibido. Hago de la leche de mis pechos un veneno letal. Niego al mundo que engendré. Lo ahogo entre mis muslos. Lo hundo en mi útero. Muerte a la alegría de la esclavitud. Viva el odio y el desprecio, la rebelión y la muerte. Cuando atraviese el cuarto empuñando el cuchillo distinguirán a la verdad.

Los hombres se retiran. Ofelia permanece sobre el escenario, inmóvil bajo el envoltorio blanco.

miércoles, septiembre 03, 2003

Ribera despojada / Medea Material / Paisaje con Argonautas, de Heiner Müller


Traducción © Sergio Santiago Madariaga, 2003. Texto original escrito en 1981. Esta traducción fue creada a partir del original en alemán fotocopiada en el Instituto Goethe y la traducción al inglés de Dennis Redmond, con quien comparte algunas notas; toda la tipografía (mayúsculas, el corte de las líneas, etc), están reproducidas igual que en el texto original. Esta traducción utiliza el español hablado coloquialmente en México, esto es principalmente notorio en el lenguaje vulgar, el lector-interprete puede adaptar la puesta a sus propios giros locales.


Notas introductorias del autor: El texto necesita el naturalismo del escenario, RIBERA DESPOJADA puede ser exhibida durante la operación simultánea de un "peepshow", MEDEA MATERIAL en alguna costa cerca de Straussberg, así como una piscina llena de fango en Beverly Hills o las instalaciones para duchas de una clínica psiquiátrica. Como en MAUSER, una sociedad de transgresores transforma la muerte de un condenado en el escenario en una experiencia colectiva, PAISAJE CON ARGONAUTAS, prefigura las catástrofes en las que trabaja la humanidad. El paisaje podría ser una estrella muerta, sobre la que un equipo de búsqueda de otro tiempo o espacio escucha una voz y encuentra un cadáver. Como en cada uno de los paisajes anteriores, la voz en primera persona del texto es colectiva. La simultaneidad de las tres partes del texto puede ser retratada de cualquier forma.




RIBERA DESPOJADA

Mar cercano a Straussberg Ribera despojada Huella
De argonautas de frentes cortas

Restos de cañas Ramas muertas
ESTE ÁRBOL NO CRECERÁ SOBRE MÍ Peces muertos
Brillan en el fango cajas de galletas apiladas
ACTOS EN EL CASINO DE FROMM'S (1)
Tampones desgarrados La Sangre
De las mujeres de la Cólquide
PERO DEBES CUIDARTE SÍ
SÍ SÍ SÍ SÍ
A ESA PINCHE RAJA LE DIJE QUE ÉL ES MÍ HOMBRE
CÓJEME VEN RICURA
Hasta que Argos se destroce el cráneo la nave ya no se necesita
Cuelgan del árbol Hangar de buitres, mascando sus asuntos, esperando
Encaramados en la multitud Rostros de pasquín y saliva
Cada uno mirando un miembro desnudo erecto en los pantalones de carne pintada Caño fluyendo Por tres semanas de sueldo Hasta que el maquillaje
Se agrieta Sus mujeres sirven hirviendo la comida cuelgan las sábanas en la ventana limpian
El vómito del traje dominguero Tuberías de desagüe
Empujando a golpes a los niños hacia el ataque de los gusanos

El aguardiente es barato
Los niños orinan en botellas vacías
Sueño de una monstruosa
Fornicación en Chicago
Mujeres manchadas de sangre
En la morgue

Los muertos no miran por la ventana
No tamborilean sobre los lavabos
Son la Tierra Secretada por los supervivientes
ALGUNOS AHORCADOS CUELGAN DE POSTES DE LUZ CON LA LENGUA DE FUERA
SOBRE EL VIENTRE UN CARTEL SOY UN COBARDE

Al fondo Medea su hermano
Despedazado entre sus brazos Ella la más virtuosa
con los venenos
















MEDEA MATERIAL

MEDEA: Jasón mi primero y mi último Nodriza
Dónde está mi marido
NODRIZA: Con la hija de Creonte Señora
MEDEA: Dijiste con Creonte
NODRIZA: Con la hija de Creonte
MEDEA: Has dicho con la hija de Creonte Sí
Por qué con la hija de Creonte que quizás no tiene poder
Sobre Creonte, su padre quien
Puede otorgarnos el derecho para vivir en Corinto
O arrojarnos a otra tierra extraña
Quizás en este mismo instante puede que esté acariciando a Jasón
Entre las súplicas de sus tersas rodillas
Todo por mí y por sus hijos a quienes ama
Esas son lágrimas de alegría o tristeza Nodriza
NODRIZA: Señora yo soy más vieja que mi alegría o mi tristeza
MEDEA: Cómo haces para vivir en la carcasa de tu cuerpo
Con los fantasmas de tu juventud Nodriza
Trae un espejo Esta no es Medea
Jasón

JASÓN: Mujer qué tono es ése
MEDEA: Yo
No soy deseada aquí Si tan sólo me llevase la muerte
Tres veces cinco noches Jasón tú no me has
Llamado ni con tu voz
Ni siquiera con la voz que se dirige a una esclava
Ni con las manos ni con la mirada
JASÓN: Qué quieres
MEDEA: Morir
JASÓN: Eso lo he oído constantemente
MEDEA: No significa este cuerpo
Ya nada para ti Quieres tomar de mi sangre Jasón
JASÓN: Cuándo terminará esto
MEDEA: Cuándo empezó esto Jasón
JASÓN: Qué eras antes de mí Mujer
MEDEA: Medea
Me debes un hermano Jasón
JASÓN: Te di dos hijos a cambio de un hermano
MEDEA: Tú Yo Jasón Amas a tus hijos
Quieres tener a tus hijos de vuelta
Son tuyos Qué podría ser mío siendo tu esclava
Todo en mí es tu instrumento todo lo que fue mío
Lo he matado y he dado a luz
Yo tu perra yo tu puta
Yo un escalón en la escalera de tu fama
Ungida con tus excrementos La sangre de tus enemigos
Y cuando deseaste celebrar
tu victoria sobre mi patria y mi pueblo
Esa fue mi traición trenzar una corona
Alrededor de tus sienes con sus intestinos Es toda tuya
Mis posesiones las imágenes de los derrotados
Los gritos de los mutilados en mi propiedad
Desde que dejé la Cólquide mi patria
Siguiendo tu rastro de sangre Sangre de mis semejantes
Hacia mi nueva patria la traición
Cegada por las visiones sorda por sus gritos
Hasta que desgarraste la red
Tejida para mi placer y el tuyo
El cual fue nuestro hogar ahora mi exilio
Me siento dislocada sobre semejante devastación
La ceniza de tus besos sobre mis labios
La arena de nuestros años entre los dientes
Tan sólo el sudor es mío sobre la piel
En tu aliento el hedor de otra cama
Un marido da a su mujer la muerte como despedida
Mi muerte no tiene otro cuerpo que el tuyo
Eres mi esposo Aún soy tu esposa
Ojalá pudiera arrancarte tu puta a dentelladas
Aquella por la que me traicionaste
Traición que fue tu placer Gracias por tu
Traición que me ha dado ojos
Para ver una vez más Las visiones que vi Jasón
Que pintaste con las botas de tus guardias
Sobre mi Cólquide Oídos para escuchar
De nuevo la música que interpretaste
Con las manos de tus guardias y las mías
Quién fue tu perra y tu puta
Sobre los cuerpos huesos tumbas de los míos
Y mi hermano Mi hermano Jasón
Que arrojé al camino de tus perseguidores
Despedazado por estas mis manos de hermana
Para que escaparas de nuestro padre despojado
El mío y el suyo Amas a tus hijos
Quieres tenerlos de regreso a tus hijos
Me debes un hermano Jasón
A quién quieres más Al perro o a la perra
Si su padre los mira dulcemente
Y a su nueva perra y al rey
De entre los perros de Corinto he aquí a su padre
Tal vez su lugar esté en el desagüe
Toma lo que me fue dado Jasón
Los frutos de la traición de tu semilla
Para que se lo embarres en las entrañas a tu puta
Mi regalo nupcial para su boda y la tuya
Ve con el padre que te ama Tanto
Que echa a patadas a tu madre la bárbara
Porque hace un tanto difícil tu camino a la cima
No quieres sentarte en la mesa más alta
Yo fui la vaca lechera ahora la estera
Que querías que fuera Acaso veo un brillo en tus ojos
El brillo que anticipa la alegría de una barriga saciada
Por qué sigues atado a la bárbara
Que es tu madre y tu estigma
Eres todos los intérpretes Los hijos de la traición
Claven sus dientes en mi corazón y lárguense
Con su padre que lo hizo antes que ustedes
Déjame a los niños un día más Jasón
Y después me iré a mi propio desierto
Me debes un hermano Jasón
No puedo odiar mucho tiempo lo que tú amas
El amor viene y se va No fui sabia
Para olvidarla Ningún rencor entre nosotros
Toma mi vestido nupcial como regalo de bodas para
-La palabra apenas y pasa por mis labios- tu novia
Que abrazará tu cuerpo para llorar
En tu hombro a veces gemirá hasta de éxtasis
El vestido del amor mi otra piel
Bordado con las manos de los saqueados
Con el oro de la Cólquide y teñido con sangre
De los padres hermanos hijos en la cena nupcial
Tu nuevo amor estára vestido como si
fuera mi piel Así estaré cerca de ti
Cerca de tu amor totalmente distante de mí
Ahora vete a tu nueva boda Jasón
Haré de la novia una antorcha nupcial
Miren a su madre crear un espectáculo
Quieren verla arder miren a la nueva novia
El vestido nupcial de la bárbara tiene el poder
De enlazarse fatalmente con la piel de una extraña
Heridas y cicatrices fabrican un buen veneno
Y el fuego escupe la ceniza que fue mi corazón
La novia es joven su piel se tensa firme como el cristal
Aún no desgastada por la edad ni por el embarazo
Ahora escribo mi drama sobre su cuerpo
Quiero oírles reír cuando ella grite
Antes de medianoche arderá en llamas
Mi sol se levantará sobre Corinto
Quiero verlos reír cuando se levante sobre mí
Compartir mi alegría con mis hijos
Ahora el novio entra en la cámara nupcial
Ahora se pone a los pies de la novia
El vestido de boda de la bárbara su regalo de bodas
Empapado con el sudor de mi sumisión
Ahora la puta se contonea ante el espejo
Ahora el oro de la Cólquide le cierra los poros
Siembra un bosque de cuchillos en su carne
El vestido nupcial de la bárbara celebra su matrimonio
con tu Virgen novia Jasón
La primera noche es mía Es la última
Ahora ella grita Tienes oídos para el grito
Grita igual que la Cólquide cuando estaba en mi cuerpo
Y aún grita Tienes oídos para el grito
Y aún grita Te estás riendo quiero verlos a todos reír
Mi drama es una comedia Pero acaso ríen
Acaso esas son lágrimas para la novia Ah mis pequeños
Traidores No lloraron en vano
Quiero arrancarles del todo de mi corazón
Carne de mi corazón Mi memoria Mis amor
Devuélvanme mi sangre de sus venas
A sus tripas de vuelta a mi cuerpo
Hoy es día de pago Jasón Hoy tu Medea
cobra sus deudas
Si tan sólo pudieran reírse ahora La muerte es un regalo
Destinado a ser recibido de mis manos
He roto con todo lo que está detrás
Lo que llamaba mi patria ahora quedo atrás mi exilio
Para que no se convierta su patria en mi ausencia
Con estas mis manos humanas Ah
Si tan sólo fuera el animal que fui
Antes de que un hombre me hiciera su esposa
Medea la bárbara Ahora maldecida
Con estas mis manos de bárbara
Las manos agrietadas desgarradas una y otra vez
Quiero partir a la humanidad en dos
Y vivir en el vacío del centro Yo
Ni mujer ni hombre Por qué gritan Peor que la muerte (2)
Es la vejez sus besos dignifican
Qué les otorga la muerte Acaso conocen la vida
Esto era Corinto Quiénes eran Quién los ha vestido
Con los cuerpos de mis hijos
Qué clase de animal acecha detrás de sus ojos
Se hacen los muertos Pero no engañarán a su madre
Todos ustedes no son más que actores Mentirosos y traidores
Poseídos por perros ratas serpientes
Que aúllan y chillan y sisean los oigo claramente
Oh soy tan sabia Soy Medea Yo
No les queda más sangre ya Ahora todo está tranquilo
Los gritos de la Cólquide también han enmudecido Y nada más
JASÓN: Medea
MEDEA: Nodriza Conoces a este hombre










PAISAJE CON ARGONAUTAS

Se supone que debo hablar sobre mí Yo quien
De quién hablamos
Hablan sobre mí Yo Quién es ése
Bajo la lluvia de caca de pájaros En el pellejo de cal (3)
U otra cosa Yo un bandera un
Trapo sangriento colgando de un ventanal
Entre la Nada y Nadie Dependiente del viento
Yo el monstruo de un hombre Yo el monstruo
De una mujer Un lugar común detrás de otro Sueño el infierno
Que lleva mi nombre accidental Temo
A mi nombre accidental
MI ABUELO ERA
UN IDIOTA EN BEOCIA
Yo mi viaje marino
Yo mi conquista
A través de los suburbios Yo mi muerte
Bajo la lluvia de caca de pájaros En el pellejo de cal
El ancla es el último cordón umbilical
La memoria de la costa se esfuma en el horizonte
Las aves son una despedida Son un retorno al hogar
El árbol derribado labra la serpiente el mar
Delgado entre Yo y aquel que no es más El casco del barco
EL MAR ES LA NOVIA DEL MARINERO
Dicen que los muertos están de pie en el fondo
Nadadores erguidos Hasta que los huesos descansen
Apareamiento de peces entre las costillas vacías
Conchas pegadas al techo del cráneo
La sed es un fuego
Agua que quema la piel
El hambre mastica las encías La sal los labios
Chistes sucios repican en la carne solitaria
Hasta que el hombre llega a ser un hombre
El calor de una mujer es una cantinela
Las estrellas son faros fríos
El cielo ejerce una supervisión glaciar
O el arribo del infortunio Contra los silbidos del mar
El chasquido de las latas de cerveza
DE LA VIDA DE UN HOMBRE
Recuerdo de una batalla de tanques
Mi paseo por los suburbios Yo
Entre ruinas y escombros crece
LO NUEVO Celdas para coger con calefacción central
La televisión escupe al mundo ante la barra
Obscenidad planeada El contenedor
Funciona como cementerio Siluetas entre los detritos (4)
Nativos de entre el cemento Desfile
De zombies perforados por anuncios publicitarios
En los uniformes de las modas del ayer
La juventud de hoy Fantasmas
De los muertos de las guerras futuras
LO QUE QUEDA LAS BOMBAS LO DEPURARÁN
En un magnífico apareamiento de proteínas y latas de metal
Los niños dibujan paisajes con basura
Una mujer es un rayo de luz familiar
LA MUERTE TIENE UNA ESPERANZA
ENTRE LOS MUSLOS
O el sueño yugoslavo
Entre estatuas fracturadas en fuga
Desde una catástrofe desconocida
La madre en un remolque la anciana detrás de un marco de madera
EL FUTURO corre rápidamente en un arnés oxidado
Una manada de actores marcha a ritmo
NO TIENES ÍDEA DE LO PELIGROSOS QUE SON
LOS ACTORES EN CADA PATA DE LA SILLA VIVE UN PERRO

Fango gramatical surgiendo
De mi cuerpo anónimo y olvidado
Cómo salir de la maleza (5)
De mis sueños que lentamente
Silenciosamente crecen a mi alrededor
Un tajo de Shakespeare
En el paraíso de las bacterias
El cielo es un guante para la cacería
Enmascarado con nubes de un tipo desconocido de construcción
Descansan en un árbol muerto Las hermanas de la caridad
Mis dedos juguetean con la vulva
Noches ante la ventana entre la ciudad y el paisaje
Observamos la lenta agonía de las moscas
Así miraba Nerón a Roma con euforia
Hasta que llegó el vagón(6) Arena en el engranaje
Un lobo en la carretera cuando se hizo trizas
Viaje en autobús en la mañana gris Derecha e Izquierda
Las hermanas humeando bajo la fábrica Atardecer
Polvoriento las cenizas de mi huida
Durante el viaje oímos cómo se desgarra el lienzo
Y vimos a las imágenes caer unas encima de otras
Los bosques ardían en EASTMAN COLOR
Pero el viaje no tenía destino NO PARKING
En un cruce solitario con un sólo ojo
Polifemo regulaba el tráfico
Nuestro puerto fue un cine muerto
Las estrellas se pudrían en la pantalla compitiendo
En el vestíbulo Fritz Lang estrangula a Boris Karloff
El viento del sur jugaba con antiguos carteles
O EL DESEMBARCO DESAFORTUNADO Los negros muertos
Hundidos en el pantano como estacas
En el uniforme de sus enemigos
DO YOU REMEMBER DO YOU NO I DONT
La sangre drenada
Humea bajo el sol
El teatro de mi muerte
Se abrió mientras estaba de pie ante las montañas
En el círculo de los camaradas muertos sobre la piedra
Y encima de mí apareció el avión esperado
Sin pensar sabía
Que esta máquina era
Lo que mis abuelas habían llamado Dios
El aire a presión barrió con los cadáveres de la meseta
Y los tiros estallaron en mi tambaleante huída
Sentí MI sangre partir de MIS venas
Y MI cuerpo transformarse en el paisaje
De MI muerte
A MI ESPALDA EL CERDO
El resto es poesía Quién tiene dientes mejor afilados
La sangre o la piedra




NOTAS:

1. Fromm aquí está siendo usado como nombre propio, pero la palabra en alemán significa "pío" o "devoto".

2. Medea usa el pronombre plural "ihr (que significa "todos ustedes") desde aquí hasta el final del monólogo.

3. Kalk significa gis, incluso limo, así que hay una sugerencia adicional de que aquí Jasón luce como un cadáver, como un cuerpo cubierto de limo.

4. Abraum tiene un significado aproximado como sobrantes metalurgicos o desperdicio minero.

5. Gestruepp significa literalmente una enredadera de maleza, es en sentido figurado una "selva", la versión posmoderna de la jungla de asfalto de Brecht.

6. Vorfuhren significa también "proyectar" una película.


domingo, agosto 17, 2003

Cronenberg

Finalmente, después de retrasos inexplicables, fue estrenada comercialmente la última película de David Cronenberg, Spider, basada en la novela homónima de Patrick McGrath. Este filme ya había sido visto en la Ciudad de México al menos dos veces, la primera en el Festival del Centro Histórico del 2002, de la cual se enteraron tan sólo algunos especialistas y en la que, se dice, fue proyectada una copia ilegal en video. Y la segunda, quizás más importante, fue la presentación en la así llamada Cineteca Nacional en junio del 2003, exclusiva para distribuidores y representantes del circuito de salas, con la intención de generar un interés entre los profesionales del tráfico cinematográfico. A esta última asistió el propio director, David Cronenberg, que después de algunos éxitos de taquilla en los ochentas, ahora realiza una cinematografía personal de obsesiones, así que tiene que luchar intensamente por la exhibición de cada uno de sus filmes como un artista independiente más.

En estos días se escuchará y leerá en las reseñas una y otra vez los mismos lugares comunes a los que un crítico renombrado ya no teme caer, pero seguramente la película no tendrá el más mínimo éxito en la taquilla, afortunadamente ni siquiera la ayudará el estúpido subtítulo que muestran los carteles de algunas salas: Spider, la verdadera historia del hombre araña, enmienda que más de uno encontrará "divertida", bajo la inercia de que todo lo que rodea a su artista merece notarse, en el peor de los casos se le calificara de error posmoderno, válvula de escape en cualquier conversación trasnochada. Así, el realizador se deslinda por completo de su trabajo, que adquiere la dúctil vida independiente que merece y él lo sabe. Por ello, aquella noche de promoción, David Cronenberg dejó la sala a los pocos minutos, no escuchó los fervientes aplausos que le fueron dados al final de la proyección, no lo soporta, siente que no están dirigidos a él sino a otro, la figura que han construido los medios, tal y como me lo expresó en sus propias palabras unas pocas horas después. Cuando entré a la sala no pensé que se ubicaría tan cerca de donde yo me había infiltrado, así que la primera impresión fue desconcertante, en pocos años Cronenberg había envejecido notoriamente, pero era una vejez saludable, su mirada era rapaz, lúcida y firme, sus movimientos ágiles.

El público lo recibió con escandalosos aplausos, mismos con los que yo no participé. Después de la proyección hubo un cóctel elitista, en el que sin ningún reparó asumo que también me infiltré con las mismas estrategias con la que había entrado a la sala. El cóctel discurría con la trivialidad esperada, grupos de gente bien vestida hablaba entre sí e intercambiaba chismes y envidias profesionales, detrás de esa cortina de apatía vi al director junto a su esposa, apenas y se aproximaban a él algunas personas que se retiraban después de algún intercambio breve de palabras. Cuando me acerqué tan sólo vi a un muchacho seguramente muy vivaz extenderle una copia ilegal de 20 pesos de La Mosca con la intención de que se la firmará, en medio de risas nerviosas, “congratulaishons for te flay ” intentó decirle en inglés, Cronenberg no ocultó su incredulidad pero fue muy amable. Entonces me acerqué, le mostré la primera edición en español de Almuerzo Desnudo, que data de 1969 y que reviso con interés pues siempre ha apreciado los libros, me atreví a decirle que veía una fuerte influencia de Samuel Beckett en Spider, a lo que respondió “Sí, absolutamente” con una mirada abierta indescriptible que terminó en una desconcertante sonrisa. Después de un poco más de conversación, le pregunté directamente por qué sus últimos proyectos habían dado un giro tan radical, su respuesta fue completamente inesperada: “Ya estoy cerca de la edad en que murió mi padre, su muerte fue muy repentina, estaba enfermo de algo que no le permitía la asimilación de calcio, poco a poco terminó como una especie de masa sobre su cama pues sus huesos dejaron de sostenerlo, fue muy duro para la familia, porque él era un hombre muy culto, muy inteligente, y aún así no podía hacer nada. Desde entonces no he dejado de tener la certeza de que el cuerpo actúa más como un enemigo, un traidor, que como un aliado. Esa idea cada vez es más obsesiva y todos mis proyectos ahora giran en torno a ello, sinceramente no puedo evitarlo.”

Le di la mano y me despedí de él…

jueves, marzo 07, 2002

Esperando a Godot, de Samuel Beckett

Texto para programa de mano

Para Gus Muñoz, q.e.p.d.


Las catástrofes, las guerras, los genocidios, los crímenes dispersos, las grandes injusticias, todos generan sus victimarios y sus víctimas. Sólo los escenarios cambian, lo histórico inmediato brilla unos cuantos segundos y se funde con el resto del pasado, a veces se pierde toda medida de las experiencias personales contra la visión de las grandes migraciones, de los conflictos de poder entre razas y naciones. Cada día se porta una coraza para proteger al yo de su fragilidad ante lo imprevisible, la coraza está ensamblada con las pocas o muchas posesiones personales, los pequeños triunfos, los secretos estratégicos, las convicciones, las adicciones: la memoria es una colección de manías refinadas flotando sobre espacios vacíos y silencio. En cada rostro asoma un abismo, la gesticulación del delirio. Sin todas las estructuras rituales aprendidas y practicadas socialmente queda un ser indigente, incapaz de gobernar un destino que ya no le pertenece. Pareciera que el destino depende de los otros, de sus actos, que podrían o no liberar al yo de la carga de sus necesidades. La alegría, o al menos la inconsciencia, parece posible sólo a través del sometimiento. Esta es la existencia que refleja Esperando a Godot, pero no es una lección de ética, su estreno en 1953 en el Paris de la posguerra fue recibido tanto por aplausos populares como desaprobaciones académicas, desde entonces se ha venido representando ante las más diversas circunstancias y públicos, la obra creada por Samuel Beckett ha adquirido una vida independiente más allá de su autor, resuena tanto en los escenarios de los festivales de teatro como en la sala improvisada de una prisión alemana, en las calles de la Checoslovaquia revolucionaria como en las trincheras de guerra argelinas. Después de un historial de constantes deformaciones, reducciones, conjuras, censura y malinterpretación, pareciera que la fuerza mítica de sus imágenes sobrevive a cualquier régimen. Cada vez que es representada la rodea un aura de identificación inmediata, es difícil no reír ante la sinceridad de su corrosivo humor, no verla sin sentir una nostalgia abstracta, no empaparse del abandono de sus figuras. Esperando a Godot luce más como una llaga que como una cicatriz, es terapia de choque y grito primario en su sentido más puro y vivencial, germina en la nada: allí donde toda deficiencia, decadencia, miseria, toda esperanza, finalmente se sintetiza y consuma…

lunes, julio 30, 2001

Inferior Obsoleto Fútil

Silueta fetal, cada segundo distante empaña la superficie de una estructura de hueso abandonada cuidadosamente dentro de una caja de porcelana, la caja está dentro de una pared tapizada con rosas rojas y blancas en un fondo negro. En primer plano un hombre engancha al anzuelo de su caña deportiva un gusano, que arde visiblemente al contacto del alcohol en los dedos del pescador. Una mujer, quizás su amante, está a su lado, mira con envidia el dolor de la criatura ardiendo. Camina hacia una mesa detrás de los dos y traga una pastilla, cuando el narcótico hace efecto arrastra su memoria día a día hacía todos esos rostros familiares, sonríe a la videocámara mientras las fronteras se degradan dejándola sola entre sus huesos y su carne, conduciéndola a un agradable olvido… en la piel se gesta el abismo del futuro… dentro del horno de gas portátil la carne gira, es un día festivo, un eterno Aniversario del Fin del Muro. Invisiblemente una mancha diabética crece sobre la limpia tela blanca de la ropa interior masculina de alta costura, un caramelo antibacterial se tritura en su boca, puntas lacerantes en cada fragmento que pasea con la lengua alrededor de sus encías, pequeñas mordeduras en los labios, un ligero sabor a sangre; varios días después aún siente el escozor en la boca… es tan fácil golpear con el puño desnudo las cuatro paredes, arañarlas, explorar la saliente superior, pero es im… la carne ennegrece en los largos hornos, detrás de un cristal antibalas un líder religioso bendice un complejo químico, aguas marinas succionando arena una vez más… una vez más… cada vez más, allí donde descansan enormes superficies fibrosas de nieblas casi sólidas… todo sucede en cada segundo distante… Encienden un cigarrillo, beben un licor extranjero, en el fondo de la botella flota un gusano… el hombre mira a la mujer y murmura algo. El narcótico termina su efecto… las hormonas se saturan… el glaucoma se forma… sobreviene un instante de lucidez… Hay una fábrica detrás de la pareja: veinte pisos por los que hormiguean seres humanos detrás de las paredes de mármol falso. La confianza o el dolor espectral con el que su cuerpo somnoliento digiere su propia seguridad la empuja a hundirse hasta la cintura en las aguas negras del lago. Mirando hacia atrás, por encima del hombro, ella ve el piso doce o trece de la solitaria fábrica. En una terraza, un hombre obeso se abre la camisa con un gesto violento, ella observa los movimientos convulsivos que nacen del pecho y se apoderan poco a poco de todo el cuerpo, el cansancio se apodera de él como un enorme pájaro, frena sus movimientos, su cuerpo ya sólo es una ondulación en el paisaje, se agita ligeramente hasta que alcanza el reposo y acata a las leyes de la inercia y gravitación a las que nos hemos acostumbrado a llamar muerte. La mirada que ella ha detenido tan largamente en el hombre la ha hecho tropezar y cae en el agua con brusquedad, al volver a la superficie observa una fractura en las paredes de concreto. En ese instante que aún subsiste en las regiones inferiores de su memoria, en ese espacio tan breve como eterno, se conciben dos vidas.

Ambas vidas, ejecutor y víctima, están siendo calibradas en la experta mira telescópica de un francotirador profesional, cualquiera reconoce la doble águila de la Auftrag 9mm, la punta esmerilada de la bala, el brillo rojo de la guía láser, un arma obsoleta, sí, pero efectiva… La luz del deflector sobre el cuerpo produce una larga sombra sobre la ondulante tela blanca. En un momento impreciso el ejecutor sonríe y le exige que se cubra los ojos con una cinta blanca. Los años se entrelazan y exigen un mayor impulso muscular, ella no puede comprender la velocidad de los eventos. Detrás de la tela, una pantalla de nueve por nueve monitores proyecta su imagen en negativo blanco y negro, su silueta negra sobre un fondo blanco. En su mente, a falta de imágenes reales, surgen todos esos rostros familiares, algunas palabras se filtran mientras la música oscila incesantemente a su alrededor e incluso vislumbra luz. El silencio la rodea por un instante, la divide en dos mitades perfectas: Venus Ciega en Babel… Un fondo en sombras rosas, el cadáver aséptico de una res abierta colgando detrás de un hombre carente de la mitad superior de su rostro y cubierto con un paraguas, se genera una sonrisa incompleta y enigmática, es el cadáver de Mussolini, el suelo está salpicado de sangre. Hay una estructura tubular de acero de la que cuelgan riñones, vértebras y cortes selectos de carne roja. Encima de todo, coronando la crucifixión, serpentinas de vísceras pálidas y listas, saturadas de grasa, óleo y tempera sobre lienzo, 1946, 198 por 132 centímetros… Después de todo fue un buen año, las celebraciones se extienden, la tumba de L. F. Céline es visitada por una sola persona que escarba un poco con los dedos en la tierra húmeda y recuerda la forma en que los perros ladraban al paso del escritor, el desfile de disfunciones neuronales en las salas de tratamiento eléctrico de las psicosis de guerra, un niño hambriento y sonámbulo sosteniendo un cuchillo en el teatro… las tormentas de acero, los soldados recien mutilados, las primeras proyecciones cinematográficas en medio de un clima cándido y servil, los hombros desnudos de Louise Brooks, Karl Kraus fumando de una pipa, sombrío, ante la cámara fotográfica, Henry de Montherlant pasea pensativo... las pieles de zorro alrededor de los cuellos… bajo los árboles muertos dos lobos mezclaron su sangre… James Ensor pinta a una niña sosteniendo una silueta fetal, detrás una pared tapizada en negro... motivos florales... máscaras…

Traducir imágenes y símbolos a términos concretos es una operación carente de sentido, por ello el fascismo es una política fundada en el desprecio, aún no está claro si es un desprecio que surge de una lucidez extrema o si este desprecio la genera. Pierre Drieu La Rochelle, después de cruzar del rechazo surrealista al fanatismo fascista, desesperado como nunca, fue quien supo describir mejor que nadie una nueva conciencia: esta conciencia se forjó a través de la interacción de todos los elementos en una dinámica que sólo era posible en su época: el combatiente de la Gran Guerra formado en las tropas de tierra o las fuerzas aéreas, convertido en francotirador, terrorista asesino, errando de un albergue juvenil a otro, recorriendo Europa de extremo a extremo hacia una salvación aún desconocida, mientras perdure la lucidez. Hay que morir sin cesar para renacer sin cesar. Mojigatería versus libertinaje, ovejas con piel de lobo, las malas semillas de las que crecen los frutos de la corrupción, falsos profetas, líderes, la cornamenta de la mentira diaria, la sangre corre diariamente: El poder es una marioneta hermafrodita. Cada respiro aproxima más y más a un estado de animo contaminado, inmundo, la asfixia ritual. Irritación, claustrofobia, ansiedades creadas a través de la intrincada extensión de cada una de sus acciones... entre nosotros crece un muro... la epidemia... el héroe en turno, ocupando su lugar destacado en el horizonte sangriento de las posibilidades inmediatas de la historia, el sol ardiendo por encima de las raíces húmedas, de los zoológicos y los edificios antiguos, muy pronto todo estará olvidado… lo inferior lo obsoleto lo fútil… una máscara de látex cubriendo un rostro que grita... he aquí la bala, la navaja, la jeringa y la disposición a actuar, pero la caridad es una actriz estéril, a veces confundida con el egoísmo y se transforma fácilmente en una obsesión. El predicamento acostumbrado, los mandamientos rotos, adversidad, avaricia, sacrilegio, blasfemia, celos, estupidez, alienación, olvido... cada hora hiere, la última mata. Exhumar para consumir.

Después de todo, no es tan cierta esa ineludible insinuación, ese inefable remordimiento, ese instinto secreto que revela la impureza oculta en el éxito, la vulgaridad de la victoria, el sucio pesebre donde nace la buena fortuna. La pureza revelada, la catarsis, se halla en el infortunio, en la tragedia, en cada… constante… jaque mate…

lunes, junio 07, 1999

"Todos somos HIV+" Diamanda Galás

Para Jorge Caballero

¿Es por tu ley que un águila se eleva y construye su nido en lo alto? ¿Es por tu ley que vela de noche sobre un lugar inaccesible? Y desde allí busca su alimento; sus ojos aún miran en la distancia y sus crías aún sorben sangre. Y donde están los que han muerto, allí estará ella.


Job 39:27-30


Diamanda Galás posee una voz en el rango de las tres y media octavas y una necesidad de estremecer a los moralmente indiferentes. Su reputación la precede, considera que la sola mención de su nombre basta para conocer lo que se debe esperar en cada una de sus presentaciones. Es casi imposible describir su trabajo: gruñidos guturales y palabras en múltiples lenguajes, ópera y cantos funerarios, gritos primarios y ecos electroacústicos. No es una sola voz, son distintos estados mentales que fluyen en lo que ella llama La voz intravenal: de lo simbolista a lo dadaísta, de la forma a la antiforma, de la metáfora al metónimo, del propósito al juego, del autismo... a la esquizofrenia.


Trabajo intuitiva e intelectualmente. Estoy influida por el Schrei del expresionismo alemán y el Teatro de la crueldad de Antonin Artaud, pero por crueldad no se debe entender sadismo, sino un doloroso rigor, una perforación obligada en el globo ocular para percibir el horror de lo que no se desea ver. Es la naturaleza original de la voz femenina, que ha sido el instrumento político y el vehículo para la transmisión del conocimiento oculto o del poder ya desde la Antigua Grecia, y que desde siempre ha estado vinculada a las brujas y a la experiencia trascendental. A quienes me preguntan '¿Cómo te sientes en el escenario?', les respondo: 'Me siento una mujer, un hombre, un negro, una lesbiana, un homosexual, una bruja, una serpiente, un vampiro, ¡todo!'No me satisface un solo ser, ¡sería tan limitado!


Tan diverso como su arte lo es la lista de los artistas y grupos con que ha trabajado, entre ellos Iannis Xennakis, Jim French, Erasure, Barry Adamson, Hal Wilner, Rhythm & Noise, Blake Babies, FM Einheit, John Zorn, Recoil, Peter Kowold, Test Departament, Granular Synthesis, Kronos Quartet, Wes Craven, Francis Ford Coppola, Clive Barker o W. S. Burroughs.

De padres griegos ortodoxos, nació y creció en San Diego. "En lo que a mí concierne, nací más cerca de Tijuana que de Kátsaros". Su infancia y adolescencia fueron muy solitarias, pues su padre no permitía televisión, radio, periódicos, ni la convivencia con otros niños. Ella y su hermano Phillip-Dimitri pasaban largas horas leyendo o tocando el piano. "Es este aislamiento el que te permite adquirir la capacidad de disciplina, a través de él se llega a una cierta conciencia, comprendes mejor lo que ocurre a tu alrededor".

A pesar de ser una artista tiene un profundo conocimiento de la mecánica corporal, pues sus primeros estudios universitarios iban enfocados hacia esa dirección: bioquímica, neuroquímica, inmunología y hematología, incluso psicología. Fue entonces cuando se involucró con un movimiento estudiantil radical que declaraba que la experimentación médica debía realizarse en cada uno de los investigadores. "Decidí que podría hacer de mi vida y mi cuerpo mi propio experimento de investigación y creo que he continuado así hasta hoy”. Durante esos años conoció metodologías que fácilmente pueden ser identificados como parte de su respaldo cultural en cada una de sus actuaciones: “máquinas de aislamiento sensorial, confinamientos solitarios, LSD, grito primario, sadomasoquismo, baños de agua helada. Estábamos impregnados del Marqués de Sade, de Lautréamont, de Artaud, de Nietzsche, de Skinner y de muchos más. No eran sólo palabras, pasé de ser una mujer griega ortodoxa a ser una enferma mental en sólo un año. Toda ortodoxia es un pensamiento extremo, así que si lo aplicas a cualquier otra forma de pensamiento, éste también degenera en una idea extrema".

Y no sólo fue estudiante, incluso hubo una época en que fue prostituta, porque "quería ser capaz de caminar por la calle en la peor parte de la ciudad y portar una maldita navaja, saber que era mi calle, nuestra calle, no su calle".


Durante mi trabajo como prostituta fui violada cuatro veces y debo decirles algo: olvídense de ir a la corte, no les importa, esa es la verdad. Yo soy más siciliana: quiero nombres y direcciones. Lo he sentido por mí misma y sé de corazón que el antiguo principio de venganza personal es la única forma en que se satisface una injusticia, sólo que debes vengarte sin ser descubierta. Es la esencia de la cultura griega, su teatro, su música. Nada de eso hubiese existido sin la idea de venganza.



"No creo que las mujeres estén constituidas hormonalmente para ser pasivas. Creo que la pasividad es parte del adoctrinamiento masculino”. Diamanda es hostil hacia el acto de la procreación, porque considera que una mujer no debe ser definida como tal únicamente al reproducirse; en 1985 fue ligada por propia su voluntad. “El médico me preguntó: '¿Quiere que le ligue los ovarios o que los corte?' Y yo le dije '¡Quémelos!'"

Después de una larga temporada en instituciones psiquiátricas tanto como paciente como estudiante, dejó todo esto detrás por la música. Alguna vez vio una película sobre Hendrix. "En ese momento decidí que mi trabajo no consistía en estudiar bioquímica, sino en hacer arder un escenario. Aunque a veces siento un poco de culpa por dejar mis estudios". Así que Diamanda estudió seriamente un amplio rango de formas musicales y arte interpretativo y visual en la Universidad de California. Después de graduarse realizó una intrincada gama de presentaciones, incluyendo conciertos en hospitales psiquiátricos y en otros confinamientos para enfermos, este trabajo la condujo a Europa donde realizó su primera actuación concreta para un auditorio, en el Festival d'Avignon en Francia, 1979. El compositor Vonko Globokar la invito a interpretar un papel principal en una ópera suya Un Jour Comme un Autre, basada en un reporte de Amnistía Internacional acerca del arresto y tortura de una mujer turca por supuesta traición. Esta ópera fue llevada a escenarios de Francia, Italia, Estados Unidos y la Ciudad de México entre 1979 y 1982.

Poco después aparece su primer LP The Litanies of Satan, una adaptación experimental sobre un poema homónimo de Charles Baudelaire. Sólo entonces tuvo la experiencia para iniciar el proyecto que la conduciría a realizar el trabajo que definiría su vida: Plague Mass, una obra definitiva y única acerca del SIDA que fluye a través de toda su discografía posterior: Masque of Red Death (Divine Punishment y Saint of the Pit), You Must be Certain of the Devil, Plague Mass (concierto en la Catedral de San Juan el Divino), The Singer, Vena Cava, The Sporting Life (con John Paul Jones), Schrei X y Malediction and Prayer. Tan macabro como suena, el SIDA es la musa de Diamanda Galás. A partir de 1980, amistades muy cercanas a ella comenzaron a caer en la desolación y discriminación que rodea a los enfermos de SIDA, culminando trágicamente con la dolorosa muerte de su hermano Philip-Dimitri en 1985, poco después de que ella había terminado la segunda parte de Masque of Red Death.


El SIDA no es una pesadilla más, es la pesadilla hecha carne. Es el horror que llegó para quedarse. No es un sueño del que se pueda despertar una mañana. Es una guerra espiritual... veo a la gente enferma de SIDA siendo crucificada por una sociedad de cobardes, como si un enfermo fuese un criminal que debiera ser cazado.



Diamanda siempre ha sido una feroz activista contra las mentiras que rodean esta epidemia mundial. En Nueva York, el 10 de diciembre de 1988 fue arrestada durante una demostración del grupo activista Act-up en la Catedral de San Patricio, con cargos por conducta desordenada, interrupción de un servicio religioso, oponer resistencia al arresto y allanamiento criminal. En su declaración a la corte dijo: "Este 'hogar de compasión' impide la labor de personas que están tratando de trabajar juntas para encontrar una solución a la epidemia, obstruye el progreso de la investigación del SIDA y se concentra en una búsqueda levítica de 'causas inmorales' de la enfermedad".

En las falanges de su mano izquierda tiene tatuada la frase WE ARE ALL HIV+ (Todos somos HIV positivos), como un intento de la toma de conciencia como especie de que "si uno de nosotros está enfermo de SIDA, entonces todos lo estamos". Debido a esta fuerte oposición, ella no se considera vinculada con el movimiento gótico. "Tal vez dejen de fantasear con la muerte cuando vean el horror de observar a alguien deteriorarse, o la angustiante apatía de aquel que sabe que sólo le queda esperar una lenta y dolorosa muerte". Aunque sabe que posee una enorme cantidad de admiradores en esos grupos a quienes reconoce como "parte de una oposición cultural más inteligente que muchas otras".

Naturalmente Diamanda es constantemente malinterpretada. En Berlín, se acercó a ella un grupo de mujeres asustadas al mismo tiempo que atraídas, que le rogaron: "Por favor Diamanda, ya graba otro disco para que podamos escucharlo cuando hacemos brujería y nos inyectamos speed y hacemos pactos con el diablo". Su rostro aparece regularmente en un programa de la Christian Broadcast Nertwork, Hell's Bells, donde su música es un buen ejemplo de la influencia de Satán en la cultura actual.


Satán significa opositor, en el Antiguo Testamento es siempre percibido como el enemigo de la sociedad, alguien separado de ésta por elección o por su raza o cualquier otra causa. Sólo soy satánica en ese sentido. Todos los textos de Malediction and Prayer dan voz a aquellos a los que se les exige se entierren vivos a sí mismos, hombres y mujeres, aquellos a los que se desea muertos, invisibles, lejos, y que se niegan a hacerlo, la lenta agonía inherente a toda oposición...



Fuentes de las citas: Revistas Alternative Press (01:94), Art & Understanding (02:95), Research #13, Fist, Forced Exposure #15, High Performance (06:90), Lower Frequencies (05:93), Mondo 2000, Propaganda #18, Skin Two #21, y su libro: The Shit of God, Ed. Serpent’s Tail.

martes, septiembre 15, 1998

Murman

¿Qué movimiento, qué impulso nos arrastra hacia afuera? ¿Cómo la materia no formada, la vida anorgánica, el devenir no humano, podrían ser otra cosa que un puro y simple caos? Pues afuera ya no poseemos forma ni sustancia, ni organización ni desarrollo, ni contenido, ni expresión. Por fuera estamos defragmentados...

Gilles Deleuze, Felix Guattari, Mil Mesetas, 1980.


1.

Antes de suicidarse ella estaba frente a mí a menos de 10 metros, eran las 6:30 pm de un jueves, no ha pasado un mes desde entonces. Ella era un rostro, cualquier rostro, realmente no parecía desear la muerte. Sólo fue suficiente un segundo para que ella sintiese un fulgor de decisión absoluta cruzar como un choque de electricidad epiléptica su cuerpo. Y después los gritos de horror, el sonido de la piel desgarrándose, la bolsa abdominal crujiendo y revelando su húmedo interior, la fragilidad dócil de su cuerpo, de cualquier cuerpo. En un lapso de diez segundos la realidad se deformó y no volvería a ser la misma. Escenas de pánico, los vagones estaban siendo vaciados masivamente, casi ninguno de los pasajeros sabía lo que había sucedido.

Ya antes había estado cerca de un cuerpo sin vida: cadáveres siendo preparados para su velación, el cuerpo helado de un joven que hasta un día antes pedía limosna, otra mujer que había muerto anónimamente de una sobredosis de drogas, e incluso puedo recordar al hombre apuñalado que vi hace más de diez años en una noche de Día de los Muertos, el primero de todos ellos. Sí, conocía la sensación de vacío que hay en cada cuerpo muerto, lo que nunca había atestiguado era el acto de muerte. El trance en que lo vivo inicia su proceso de reintegración.

Mientras un espasmo involuntario hacía que su mano izquierda temblara, surgía de sus heridas un flujo de sangre que lucía interminable, filtrándose en la grava negra, el Metro dio marcha atrás y emergió el cuerpo triturado en toda su plenitud. Aún no sé por qué me permitieron estar allí, era como si no se dieran cuenta de mi presencia. En menos de media hora sólo quedaba una mancha blanca de espuma antiséptica que cubría algunas de las vísceras que debido a la presión y el calor de las llantas se habían vuelto indivisibles del metal. La sangre se secó, hoy ya no hay nada allí excepto un zapato blanco, clavado en una parte inalcanzable de la orilla de la vía...


2.

Las máquinas están siendo diseñadas para adaptarse al cuerpo humano, el concepto de ergonomía consiste mejorar el diseño en favor de la comodidad. El diseño de las computadoras se suaviza, las curvas cada vez más pronunciadas de las máquinas proyectan una clara asimilación de las estructuras corporales con que conviven, son extensiones biológicas. Cualquier experto en armas de fuego asume que existe un momento en que el tirador y el arma son uno solo. Sucede lo mismo con la computadora, un hombre que conozca profundamente su máquina filtra el mundo a través de la visión que le permite su instrumento. Son uno solo, un único cuerpo. Ésta es la tentativa del nacimiento de una nueva filosofía biosiquiátrica, la eroticidad evidente que posee la más reciente generación de computadoras personales. La cámara de video en directo, el micrófono, monitores cada vez más nítidos, velocidades de conexión más rápidas, son factores que favorecen la máxima intensidad en las experiencias sexuales a través de una máquina. El halo sensual que rodea la comunicación con alguien más, el enramado de posibilidades latentes en cada nuevo encuentro. Finalmente, lo sexual ya no es más que cálculos e información sin ningún contacto físico. Quizás la generación que prefiera copular a través de una máquina no está tan lejana.

Esta tecnología convive con la cotidianeidad, ahora mismo todas las perversiones conocidas pueden ser halladas en la Internet. Cuando existe la posibilidad de anonimato la libertad es total: todo es representable, todo es concebible, no hay prohibiciones ni límites. La única frontera tal vez se halla en los resguardos de la propia mente. Toda experiencia extrema es factible y alcanzable, siempre habrá un lugar dispuesto a otorgarle un cuerpo a todo deseo, a veces por dinero, a veces por tiempo... toma unos cuantos segundos el lograr un vínculo con una realidad insospechada, desnuda, y al mismo tiempo ineludible...


3.

Murman (www.murman.com) es un sitio en la red que posee un vínculo con el límite entre la experiencia real y la tecnológica, “ahora mismo iré al cuarto de mi hijo y lo miraré de cerca, me acercaré a él y le murmuraré al oído que lo amo... buenas noches y gracias, Murman, por mantener mi aprecio por la vida.” La invitación es precisa: “Esta página contiene imágenes de cadáveres... si tales imágenes le son molestas hágale un favor a Murman y no se detenga... Tengo más de 18 años y realmente quiero ver imágenes de cadáveres. No porque alguien me obligue, sino porque soy increíblemente fuerte y ésta es mi voluntad. Prometo no hablar mal de este lugar... ENTRAR.” Esta bellamente diseñado en blanco, negro y rojo, es notable un cuidado más allá de un morbo vulgar, no es agresivo. Alrededor del rostro de un niño en negativo blanco y negro flotan las categorías, sólo MORT y WOMEN AND CHILDREN contienen fotografías de cadáveres, que sumadas dan un total de doscientas imágenes, listadas únicamente bajo un nombre genérico nada esclarecedor de su contenido (mort25 o image67, por ejemplo). Más de cien mil personas lo han visitado, hay una categoría llamada HATE, dónde se colocan algunos mensajes producidos durante la convocatoria acerca de “las cosas que odias”, y hay una camiseta promocional: “Friends help you move- Real friends help you move bodies (Los amigos te ayudan a mudarte, pero los verdaderos amigos te ayudan a mover cuerpos)”.

Murman es un sitio único, no porque presente imágenes de cadáveres (hay cientos de lugares con imágenes así en la red), sino porque posee una filosofía, un particular sentido ético inherente, “la muerte como es, brutal y pura”, allí se hace evidente la transformación vital necesaria para “entrar en la oscuridad y salir limpio de ella”, una persona que desee satisfacer su morbo se sentirá decepcionado, porque toda crueldad y violencia ha sido casi suprimida a niveles de trascendencia. En ese sentido, Murman es un espacio profundamente religioso...


4.

Su muerte no fue instantánea, el cuerpo se movía, los espasmos dejaban entrever sus últimos resplandores de vida, respiraba, lloraba, gemía, pero fue sólo un momento que debió ser eternamente largo para ella... ésta es la verdadera violencia, el dolor físico, la impotencia, el seguro arrepentimiento en el más absoluto punto sin retorno. La única zona de su cuerpo sin mácula era un pecho blancuzco con la aureola intacta, toda la escena era de un erotismo primitivo. Esa noche la visión de decenas de cuerpos a través de una máquina no pudo suplir su recuerdo pero sí fue capaz de dejar atrás toda indiferencia.

La indiferencia es el único crimen contra los muertos...

martes, agosto 12, 1997

Muerte, veo con tus ojos

Ganador del Concurso Nacional de Cuento “Criaturas de la Noche”, en conmemoración del centenario de la publicación de Drácula, de Bram Stoker


Y él apoyó su cabeza en el pecho de ella: sintió el correr de la sangre por sus venas, oyó el batir de su corazón. Enterró el rostro en su regazo, notó dos labios ardientes en su cuello, sintió un estremecimiento helado, un deseo escalofriante, y oprimió con violencia el cuerpo de ella contra el suyo...

Edvard Munch, Vampiro, 1894



I.

El Autorretrato de Egon Schiele (1890-1918) fue pintado en 1910, es un estudio de gis negro, acuarela y tempera. El artista se representa a sí mismo desnudo, con los brazos amputados y un fuerte rictus de dolor. Las semejanzas entre este cuadro, la pintura de Max Oppenheimer Hombre sangrante (1911) y la pintura más antigua conocida de Veil Verhagen Llanto primario (1925), revelan una posible conexión más allá de la simple coincidencia de temas, pero hay una característica que hace única a la pintura de Egon Schiele.

En 1959 una replica fotográfica amplificada fue atacada por una mujer durante una exposición en Viena. Lo mismo ha sucedido en otros museos, una y otra vez la imagen ha sido atacada por gente común en todos los aspectos, repentinamente usan cualquier cosa a mano para intentar destruir las excelentes replicas del cuadro que constantemente fabrican sus actuales dueños, el complejo editorial Per Ardua ad Fassam.

El cuadro original nunca fue atacado, ni siquiera durante su primera exhibición pública en 1919, apenas un año después de la muerte de su autor. La pintura original mide aproximadamente 1 metro por 70 centímetros, pero las réplicas llegan a medir 2 y medio metros de alto, e incluso se han reproducido en tamaños mayores. Una de estas copias de gran formato fue subastada recientemente y alcanzó un costo de más de cien mil dólares, demasiado alto para ser simplemente una reproducción fotográfica en alta definición.

El hecho es que al parecer estas copias son esencialmente distintas al original, en primera instancia por su tamaño; pero también en su contenido. En 1996 una de estas reproducciones llegó a petición en conjunto de la Facultad de Psicología y el Centro de Estudios Estéticos de la Universidad de Sicario, con motivo de una ponencia internacional sobre las relaciones entre la psicopatología y el arte, que no se llevó finalmente a cabo. La renta de este material se extendía a más de un mes y nadie quería hacerse cargo de él, así que me ofrecí para mantenerlo en mi custodia mientras terminaba el plazo. Yo aún estaba trabajando en mi tesis cuando extendí la reproducción de 1 metro y medio de alto en mi estudio.

Al principio observé la extraña composición e intenté darle una razón formal, pero la desconcertante ausencia de los brazos no tenía ninguna justificación. Tomé una lente de binocular y miré el cuadro desde una cierta lejanía, primero con el tubo enfocado en aumento y luego a la inversa, simulando una gran lejanía. Después giré al revés el cuadro y aún así no noté nada extraordinario y sin embargo algo parecido a mi instinto me hacía dejarlo todo y mirarlo por horas.

¿Qué llamaba mi atención? ¿Acaso era el rictus de dolor, la simulación de carne putrefacta, la sobria gama de colores que exhibe? ¿Su impacto emocional amplificado, su belleza?

Tuve un pequeño grupo que se reunía los miércoles para estudiar y a veces debatir, el grupo de aquel miércoles fue mucho más numeroso de lo normal y apenas tenían espacio en mi pequeño estudio. La atmósfera que creaba el cuadro era profundamente densa. A pesar de los innumerables pendientes de aquel mes, nadie dejaba de mirar la reproducción.

Entonces fue cuando sucedió, Irene fue una de mis compañeras más aventajadas, y también la más compleja. Ella fue la primera que lo notó... todos callamos al ver su extraña concentración mientras se acercaba a la reproducción, estuvo repentinamente tan cerca que por un momento creí que lo atacaría.

Irene tomó una regla de ángulo recto de madera. La colocó sobre la pintura y su mirada se transformó en un extraño gesto de sorpresa, de sobresalto y de certeza. Sostuve la regla y miré, no podía ver nada extraordinario hasta que de las líneas abstractas surgió una imagen perfectamente visible: una máscara de carnaval veneciano teñida de sangre.

Les pedí a todos que salieran, a todos menos a Irene. Le pedí otra regla de ángulo y así aislamos la imagen. Ahora era tan clara que estabamos sorprendidos de que no la hubiésemos notado antes. Irene preguntó si tenía una cámara para registrarlo, pero no tenía ninguna.

Ella me pidió volver al día siguiente, darle algún tiempo para seguir estudiándolo.

Yo también estaba invadido por la curiosidad, y esa noche me comuniqué con toda la gente que creí podría estar interesada en corroborar nuestra observación. Extrañamente nadie demostró demasiado interés, “siempre se ven cosas en las líneas abstractas de las pinturas” me dijo un viejo amigo, “no es nada intencional”.

Pero ciertamente carecía de precedentes, al menos yo no conozco ninguno.



II.

Irene llamó a la puerta del estudio a la una de la tarde aproximadamente. Traía una cámara de revelado instantáneo, hilo negro grueso y varios ganchos no fijos para pared. Apenas y me saludó, inmediatamente tomó una silla y comenzó a medir la parte ancha de la pintura y a colocar cuidadosamente los ganchos.
—Voy a dividir el cuadro en diez partes iguales a lo ancho, y en veinte a lo largo —dijo. —Utilizaré el hilo para crear los 200 rectángulos sin marcar permanentemente la fotografía. Quiero analizarlos a cada uno, quiero verlos en negativo y solarizarlos, quiero ver contornos... tengo el equipo en casa, tengo el tomógrafo y los programas. Creo que es importante, creo que des...

Irene siguió hablando durante bastante rato, parecía que no había dormido toda la noche debido a la excitación de su descubrimiento. Intenté tranquilizarla pero ella no me escuchó. Comenzó a colocar los hilos y a tomar fotografías de las zonas que consideró más interesantes y esperaba impaciente que se revelara su resultado. No me miraba, estaba en trance.
—Es sólo una ilusión— le dije. —Creímos ver algo, cualquiera ve figuras en las nubes, calmate.
—¿No lo ves...? ¿O no quieres verlo? Aquí y aquí y aquí hay algo, ¡y ni siquiera son imágenes forzadas! Están perfectamente delineadas... este ojo, esta cueva, este paisaje... son reales... son representaciones de cosas ¿No lo ves?
—Pero a qué llevan Irene, piénsalo. ¿Crees que una obra así se concibe fragmento por fragmento? Si vieras el original... son trazos que se hicieron de un solo golpe, líneas duras provocadas por sus patologías, la mirada de un artista que sólo podía ver la deformidad. Schiele no dividió el lienzo en doscientas partes y lo pintó rectángulo por rectángulo.
—Lo sé... evidentemente no puedes verlo. Claro que Schiele no las pintó... ya lo sé... él no pintó nada... sólo a sí mismo... ¿no lo ves? ¿No ves acaso que cada fragmento... cada figura... cada rostro diminuto que grita... es por mí?

Miré a Irene y vi por primera vez claramente lo que sucedía, toda esta cruzada, toda esta búsqueda no era una mera actividad académica. Irene buscaba los restos de su propia enfermedad en una obra que la representaba. Fragmento por fragmento la pintura se amoldaba a su ser y la hacia suya. La invitaba a pertenecer a su mundo de desastre como aquellos casos en que el siquiatra se transforma en un paciente más.



III.

Sobre la pared había una lamina de corcho invadida por las fotografías de los rectángulos, manipulaciones de computadora y bosquejos convivían con recortes de textos médicos sobre la atrofia muscular, diagramas estocasticos sobre las líneas del cuadro enmarcaban fotografías antiguas que Irene había tomado hace años. Extrañas manchas y grietas sobre las paredes, que ahora ante sus ojos revelaban nuevos y extraordinarios significados.

El trabajo de quince días.

Irene no comía, y a pesar de que solicitaba mi permiso para dormir aquí yo sabía perfectamente que también trabajaba por las noches. Trasladó al estudio todo su equipo de computo al final de la primera semana, su ropa y ella misma comenzaban a verse demasiado sucias. Una mañana pude ver como mientras se cepillaba el cabello éste se quebraba y caía en cantidades considerables.

Estaba tan fascinado por toda su transformación que no pude detenerla, sólo me limité a abandonarlo todo durante un tiempo y cuidar a esta extraña criatura que había tomado el lugar de Irene, una criatura tan entregada a su propia autodestrucción que era radicalmente imposible detenerla sin que esta colisión arrastrara a su hipotético salvador a su paso.

Faltaban dos semanas para devolver la reproducción, pero aún así Irene ya había tomado aproximadamente diez fotografías distintas de cada una de las divisiones artificiales que había creado. Casi no hablábamos mientras su frenético ataque estaba en su total dominio. Cuando se quedaba quieta le tocaba el hombro y le ofrecía el frugal alimento que consumía, cuando durmió ocho horas seguidas no pude sino angustiarme.

Angustiarme, porque sabía lo que le costaría en vida perder tanto tiempo.

—Da Vinci. Él era capaz de trabajar jornadas realmente avasalladoras. ¿Cómo lo hacía? Trabajaba dos horas y dormía quince minutos, una y otra vez. Inténtalo Irene, o no terminarás nunca.

Irene me miró y me entregó una fotografía, había escrito algo en la base de papel blanco que poseía como estándar.

"Munch".

Irene había trazado con lápiz rojo una figura sobre la fotografía, una mujer de largos cabellos hundía su boca sobre el cuello de un joven inclinado bajo ella. Era Vampiro de Edvard Munch.
—¿Dónde está esto?
—Allí.

Ella señaló el rectángulo 5:11, y después me mostró que amplificando la pintura diecisiete veces la imagen aparecía, al principio fugaz pero al delinear se hacía irresistiblemente nítida.
—Esa era la primera pintura que me impresionó, tenía ocho años. Mi padre la poseía en un enorme libro. Había un pequeño texto de Munch explicando la pintura... y ahora está aquí.

Por primera vez Irene tocó directamente la reproducción, acariciaba el contorno invisible de la imagen que había descubierto mientras repetía insensiblemente su última frase.
—...y ahora está aquí... aquí... inscrita sobre el corazón de este ser, pertenezco a este espectro que has representado... te necesito... me necesitas para darte significado... veo sobre tus líneas el color de la sangre que me has robado, el tiempo perdido que no volverá jamás... jamás... como todos los muertos...

Entonces ví lo que tenía que hacer.

Irene me miraba deshecha a tal grado que su rostro parecía una máscara, nuestros ojos estaban hundidos en varios días de vela, de ayuno voluntario para despertar en una realidad capturada en una fracción de segundo. Apenas se mantenía en pie mientras le despojaba de toda la suciedad que la cubría, sus ropas se rasgaron en varios puntos por los fuertes tirones que le ejercía. Ella accedió a toda esa brutalidad porque le pertenecía, se halló a si misma incrustada en un ritual que involucraba su propia sanidad mental. El final evidente era la violación de su carne frente a la reproducción como un sacrificio a un dios tecnológico y paradójicamente arcaico, primordial. El flujo sanguíneo de un ángel derrotado.

La reproducción se tiñó de sangre.



IV.

No pude evitarlo.

Cuando ella tomó el cincel y se lo clavó en el pecho, no pude evitar abrir más su herida... los bordes cortantes de los pinceles me invitaban a improvisar instrumentos de vivisección, sus propias manos atentaban contra cada una de las fibras musculares que ocultaban los oscuros borbotones de sangre que ahora teñían de rojo carmesí la superficie plana de la reproducción fotográfica.

Aún en sus últimos espasmos pude recoger esa preciosa tintura y trazar con las delicadas brochas algunas líneas... las marcas secas definían y completaban la pintura, ahora el ser detrás de esa capa plástica poseía brazos.

Su actitud era de suplica, los hilos y los ganchos yacían abandonados en el suelo, miré a mi alrededor y sólo llamó mi atención la mirada vacía de los ojos de Irene. Un insecto de largas patas cruzó su rostro y penetró en su boca. No supe que hacer.

Miré fascinado la reproducción final, la forma maravillosa en que encajaban los miembros terminados en su cuerpo, la composición mejoraba notablemente. Sus ojos ahora gritaban silenciosamente por una salvación, una salvación desde todas las ciudades invadidas por la muerte.

Arranqué la fotografía de mi pared, la enrollé cuidadosamente y salí de allí, hacia las calles que a esas horas de la noche sólo frecuentaban los alienados, o al menos así me lo parecía ante mis ojos enloquecidos. Giré al azar, caminé por todas direcciones hasta que finalmente me perdí.

Cuando hablo de mi pérdida hablo de que hallé la demencia, detrás de una mueca de desesperación. Hallé clavos y objetos puntiagudos esporádicamente en las calles. He oído a la gente preguntarse quién soy y cómo vivo, creen que no los entiendo pero no es así.

Mi hogar es un cuarto comercial abandonado hace muchos años. Hiede a basura y desperdicios, incluso a desperdicios humanos.

Si alguien que me hubiera conocido me viera ahora, no sabría quién soy. Sólo podría reconocerme al ver la imagen rodeada de velas que está en ésta pared. Hace mucho tiempo que la sangre de Irene desapareció de su superficie, ahora ligeramente desteñida y agrietada... pero indudablemente reconocería las fuertes líneas rojas que componen los brazos siempre cambiantes de la figura.

Sabes que es sangre, a veces mía, a veces de los demás.
Ellas lo exigen, Irene y la pintura.
Ambas, en su propio simulacro de inmortalidad...